Como una de las actividades del Programa ARCE, el alumnado de 4º de la ESO prepará una selección de poemas escritos por mujeres para su lectura en Sevilla a finales de noviembre.
Nuestra selección no pretendía en modo alguno ser muestrario de una canónica periodización ni glosario temático o estilístico de la poesía escrita por mujeres. Nos hemos guiado por el corazón y el oído: latidos y ritmos que mujeres escritoras transformaron en palabras.
Por supuesto, sabíamos que el broche lo pondría Rosalía, voz poética gallega por antonomasia, arranque de la historia de la literatura gallega (y femenina) contemporánea. Del siglo XX, de entre las autoras de la generación de 1936-50, escogimos a Pura Vázquez y a Luz Pozo, en cuya poesía ya se revela cierta especificidad femenina, aún cercana a los prototipos de género acuñados por la tradición.
Ansias de autoafirmación, de reconocimiento, de libertad nos ofrece Xohana Torres en “Penélope”; su Eu tamén navegar es ya un himno de la reivindicación de la condición femenina.
Poetas que empiezan a publicar y saborear las mieles de los premios literarios en los 80 son Blanca Andreu o Luisa Castro, quien se decanta posteriormente por la narrativa con igual o mayor reconocimiento.
Y llegan los 90, década en que la voz femenina brota a borbotones en Galicia, se “come” los premios literarios, cobra matices cercanos al feminismo, coquetea con el nacionalismo, juega con un nuevo lenguaje social y erótico sin complejos y reelabora mitos clásicos (Chus Pato, María do Cebreiro, Yolanda Castaño).
Quisimos también incluir en nuestra selección la voz profunda y madura de Julia Uceda, sevillana de nacimiento, pero arraigada profesional y personalmente en tierras ferrolanas; y la de la asturiana Olvido García Valdés, que nos muestra la totalidad de un mundo sin tener que hacer referencias culturales explícitas, sino asumidas, cuyo eco claro y límpido brota de un cúmulo de emociones sentidas.
Por supuesto, sabíamos que el broche lo pondría Rosalía, voz poética gallega por antonomasia, arranque de la historia de la literatura gallega (y femenina) contemporánea. Del siglo XX, de entre las autoras de la generación de 1936-50, escogimos a Pura Vázquez y a Luz Pozo, en cuya poesía ya se revela cierta especificidad femenina, aún cercana a los prototipos de género acuñados por la tradición.
Ansias de autoafirmación, de reconocimiento, de libertad nos ofrece Xohana Torres en “Penélope”; su Eu tamén navegar es ya un himno de la reivindicación de la condición femenina.
Poetas que empiezan a publicar y saborear las mieles de los premios literarios en los 80 son Blanca Andreu o Luisa Castro, quien se decanta posteriormente por la narrativa con igual o mayor reconocimiento.
Y llegan los 90, década en que la voz femenina brota a borbotones en Galicia, se “come” los premios literarios, cobra matices cercanos al feminismo, coquetea con el nacionalismo, juega con un nuevo lenguaje social y erótico sin complejos y reelabora mitos clásicos (Chus Pato, María do Cebreiro, Yolanda Castaño).
Quisimos también incluir en nuestra selección la voz profunda y madura de Julia Uceda, sevillana de nacimiento, pero arraigada profesional y personalmente en tierras ferrolanas; y la de la asturiana Olvido García Valdés, que nos muestra la totalidad de un mundo sin tener que hacer referencias culturales explícitas, sino asumidas, cuyo eco claro y límpido brota de un cúmulo de emociones sentidas.
